A LA DIRECCIÓN PROVISIONAL NADIE LE HA DADO EL DERECHO DE LIQUIDAR TRES DÉCADAS DE REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA
Hace unos meses tras el nombramiento de una dirección provisional extraordinaria, advertimos que su objetivo real era desaparecer al PRD, que la desaparición de las corrientes era una mentira y que se estaba forjando un nuevo acuerdo con actores provenientes de fuera del partido, hoy sus hechos confirman lo que en su momento negaron.
Lejos de buscar el fortalecimiento de nuestra institución, se han volcado en una cruzada para volver a armar estructuras de papel al interior del País, colocándose lejos, muy lejos de los problemas de la ciudadanía, preocupándose y no ocupándose por hacer frente al gobierno federal que está lleno de contradicciones y que busca restaurar el autoritarismo.
En el PRD no se puede hablar de consensos hacia afuera, cuando al interior no se promueve la interlocución con la militancia, no se puede hablar de unidad para combatir al régimen cuando al interior de sus filas la dirección provisional toma decisiones autoritarias y unilaterales, que excluyen la opinión de quienes lo representan en las comunidades y municipios.
No comparto ese deseo por desaparecer al partido, de renunciar a 30 años de revolución democrática forjada, no por ellos, sino por millones de mexicanos que creyeron en el Sol Azteca como la opción democrática para transformar esta nación. Nadie les ha dado ese derecho, una dirección provisional, sin el reconocimiento de la militancia no puede, no debe actuar de forma unilateral en una decisión de tales dimensiones, considero que lo mejor es convocar a elecciones internas para que con toda la legitimidad quienes integren la nueva dirección nacional planteen el debate y la ruta crítica a seguir.
En esta etapa de crisis la dirección provisional debe cumplir el único mandato que le confió el pasado Congreso Nacional consistente en generar las condiciones de certeza para el desarrollo del partido estableciendo los plazos y mecanismos para realizar el refrendo de la afiliación, el proceso electivo para renovar dirigencias, así como la realización del siguiente Congreso Nacional que le dé rumbo y orientación al partido.
Podemos coincidir con el propósito de impulsar una necesaria apertura que sume a actores y organizaciones con quienes el actual gobierno federal ha trazado una línea de distancia, no obstante, la forma equivocada de la convocatoria realizada por una dirección provisional que no está facultada para ello, puede significar un rotundo fracaso que deje fuera a los militantes del partido y a aquellos otros actores ciudadanos que advierten de un riesgo para el régimen democrático en el ejercicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Comencemos por renovar democráticamente nuestros órganos de dirección, si hay un partido capaz de frenar la instauración de un nuevo régimen presidencialista y autoritario, ese partido es el PRD, pero debemos darle ese aliento que requiere.
Sin la inclusión del Estado de México, principal bastión del PRD en el País, su fortalecimiento no será posible.
A t e n t a m e n t e
¡Democracia ya, Patria para todos!
Dip. Omar Ortega Álvarez
Presidente Estatal