“Los que estamos aquí vamos a protagonizar la cuarta transformación de la vida pública de México… se requiere de toda la unidad de todo el pueblo”, enfatizó en la Plaza de los Mártires de Toluca el 17 de junio el entonces candidato, hoy presidente electo de México Andrés Manuel López Obrador (AMLO), casi cuatro meses después, exactamente en el mismo sitio, comunicó a sus simpatizantes que ya realizó las acciones necesarias para no otorgarle pensión al presidente Enrique Peña Nieto cuando termine su mandato y canceló la entrega de dinero que se otorga a los ex presidentes del país.
La mañana de ese miércoles el cielo en el primer cuadro de la capital del Estado de México se encontraba despejado, no así la periferia donde deambulaban enormes nubes negras.
Ese día López Obrador vestía traje negro y corbata lisa azul y traía en su agenda dos compromisos, uno formal e institucional con la clase política de la entidad convocada esa mañana a Palacio de Gobierno.
Y el segundo, por la tarde a tan sólo dos cientos metros, en la principal plaza pública de la ciudad donde se reunió con aquellos que le otorgaron su voto para enfilarlo a la silla de la presidencia de México: el “pueblo bueno y noble”.
Al interior de Palacio de Gobierno los priistas no daban crédito, al adversario político se le estaba recibiendo en el Salón del Pueblo y una de sus peticiones había sido que toda la clase política estuviera presente en la reunión.
Fue así como a las 12:00 horas el gobernador mexiquense Alfredo Del Mazo tuvo que recibir en su oficina al presidente electo López Obrador que durante la campaña lo etiqueto como uno de los destacados miembros de la mafia del poder.
La reunión privada se prolongó por alrededor de 24 minutos, posteriormente ambos actores políticos caminaron unos pasos para trasladarse al amplio Salón del Pueblo donde ya esperaban todos los miembros del gabinete estatal, así como Sergio Medina Peñaloza, titular del Poder Judicial estatal y los coordinadores de los siete grupos parlamentarios con presencia en el Congreso local:
Maurilio Hernández González de Morena, Miguel Sámano Peralta del PRI, Armando Bautista Gómez del PT, Anuar Roberto Azar Figueroa del PAN, Carlos Loman Delgado del PES, Omar Ortega Álvarez del PRD y José Alberto Couttolenc Buentello del PVEM.
Actores políticos que de viva voz de Andrés Manuel López Obrador escucharon las principales líneas de acción que emprenderá, en territorio mexiquense, la próxima administración federal que entrará en funciones el 1 de diciembre de 2018.
Esa fotografía del momento mostraba rostros priistas desencajados pues no podían ocultar su molestia de tener a AMLO en la “sala de su casa”.
En contraste los actores políticos que ayer hacían señalamientos al gobierno, protagonizaban marchas y protestas en las calles mexiquenses, hoy deslizaban una mueca pues estaban en calidad de “invitados especiales” en uno de los principales inmuebles donde se han aprobado y diseñado las políticas públicas para el Estado de México que han dado como resultado:
Un total de 8.2 millones de pobres, 290 mil analfabetas, 320 mil desempleados, 230 mil delitos anuales en promedio, crecimiento urbano desordenado, problemas permanente de movilidad, 70 mil unidades “piratas” de transporte público, tarifa de pasaje de 10 pesos (de las más altas del país), ingreso per-cápita estatal de 5 mil 400 pesos mensuales, primeros lugares en percepción de corrupción y últimos lugares en transparencia, entre otros indicadores desfavorables para la entidad y por ende para su población.
En esas oficinas López Obrador detalló a líderes del Congreso local sus prioridades en materia de infraestructura, así como programas sociales que pondrá en marcha y también aclaró que la campaña concluyó y que hoy todos los representantes populares y entes públicos deben hacer lo que les corresponde que consiste en gobernar con honestidad y para todos.
La postura de conciliación, de amor y paz, fue ratificada públicamente minutos después.
Corrían las 14:23 horas cuando desde el patio central de Palacio de Gobierno el presidente electo y titular del Poder Ejecutivo estatal, ofrecían un mensaje a los 62 representantes de medios de comunicación que aguardaron su arribo por más de dos horas.
Ambos políticos de traje obscuro, corbata y cabellera blanca al tope de canas, procedieron a ofrecer un resumen público de lo que habían dialogado y acordado. Con rostros afables y mesurados timbrados de voz, fueron explicando y desmenuzando los temas que van a trabajar de forma conjunta.
El primero en tomar la palabra fue el de traje azul obscuro, corbata lila lisa, camisa blanca y anfitrión del evento, Alfredo Del Mazo precisó aquellos temas y áreas donde su gobierno espera una estrecha coordinación y respaldo de la federación:
Transporte público como el tren ligero de Chalco a La Paz; la habilitación de planteles educativos de nivel superior en diferentes zonas de la entidad; así como creación de obras hidráulicas destacadas para evitar inundaciones pero sobre todo mejorar los esquemas de coordinación en materia de seguridad para garantizar que la sociedad no siga padeciendo delitos, fueron temas en los que hay coincidencias dijo el gobernador durante su intervención de 4 minutos.
“Trabajar de manera conjunta en el principal reto que tiene el Estado de México que es mejorar la seguridad de las familias en nuestro estado; hemos platicado de trabajar de manera coordinada el gobierno de la república, el gobierno estatal y por supuesto involucrar a los gobiernos municipales”.
Al tomar la palabra por alrededor de 18 minutos López Obrador mostró colmillo político pues subrayó una y otra vez que “no hay pleito” y sí “hay armonía” entre ambos actores políticos y que el plan del gobierno federal contempla una inversión de 46 mil millones de pesos.
Plan que coordinará el mismo Alfredo Del Mazo en su calidad de “ciudadano gobernador”, subrayó Obrador, descartando así traer a escena a la “súper” Delegada Delfina Gómez Álvarez.
“Vamos juntos a trabajar en beneficio de los ciudadanos”, dijo tras explicar que recibió varias peticiones del “ciudadano gobernador” y que en su calidad de presidente electo entregó el programa de trabajo federal a desarrollar el próximo año.
López Obrador aclaró a los periodistas que el territorio gobernado por Del Mazo recibirá la partida presupuestal más grande del gobierno federal, porque sus 17 millones de habitantes convierten a la entidad en la más poblada del país pero sobre todo porque hay 8 millones 230 mil personas en pobreza según datos oficiales y esos indicadores ameritan una atención especial.
En el tema de seguridad el presidente electo profundizó no sólo por los cuestionamientos de periodistas sino también porque entiende perfectamente que Del Mazo no lo ha logrado resolver, por lo cual dijo que se crearán 32 Coordinaciones Territoriales en las que participarán policías municipales, estatales, federales, de la marina y ejército, así como representantes de derechos humanos.
En ese momento el longevo político precisó que su plan para “terminar la guerra” será dado a conocer en los próximos días, aunque adelantó que convocará a 50 mil personas jóvenes para que pasen a formar parte de las fuerzas federales que tengan como objetivo serenar al país… el “batallón de paz”.
“Todos los días a las 06:00 de la mañana voy a tener reunión con el gabinete de seguridad en Palacio Nacional y voy a recibir el parte de la policía, del Ejército, lo que nos van a informar desde las coordinaciones territoriales y se van a tomar decisiones. No voy a delegar este asunto a ningún funcionario, lo voy a atender de manera directa”, precisó.
Cumplido el compromiso institucional en Palacio de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador hizo su aparición en la Plaza de los Mártires.
En punto de las 17:27 horas al presidente electo se le observó feliz pues frente a aproximadamente 10 mil 750 de sus seguidores (cifra oficial del monitoreo gubernamental) que arribaron por su propia voluntad y en decenas de camiones pagados por líderes de Morena, acarreados, los elogios eran de ida y vuelta, pues mientras AMLO les decía que estaba ahí gracias a ellos, la respuesta fue “sí se pudo”.
Ya sin corbata, AMLO agradeció a los mexiquenses que le hayan otorgado su confianza y precisó “nos les voy a fallar” porque “con el pueblo todo sin el pueblo nada”.
Y confesó “lo que parecía un sueño se ha convertido en realidad y vengo a agradecer su voto”, acto seguido obsequió una sonrisa a la audiencia compuesta por amas de casa, jóvenes, campesinos, oficinistas, así como mexiquenses de tercera edad.
Pluralidad de miradas y oídos atentos que también regalaron una sonrisa al político que el próximo 13 de noviembre cumplirá 65 años.
Hecho el respectivo agradecimiento López Obrador que horas antes se había reunido con el priista Alfredo Del Mazo, no dudo en decir a sus seguidores que algunos no aceptan y no quieren entender que las cosas ya cambiaron.
“Destruyeron hasta donde quisieron al país y todavía quieren ellos seguir mandando, se van a ir por un tubo, ya se a cabo”.
Afirmación que arrebato aplausos de la audiencia plantada en cientos de sillas y balcones del Poder Legislativo. La mención de Alfredo Del Mazo generó en automático una mentada de madre bien silbada.
Obrador dijo entender el coraje y precisó “ustedes son libres de decir y hacer lo que consideren” yo tengo que comportarme de manera institucional pero los entiendo perfectamente.
Los nuevos protagonistas de la política en Toluca y Estado de México flanquearon a AMLO y cada frase, idea y reproche que decía, lo secundaban con palmas y movimiento de cabeza.
El entusiasmo con que Obrador planteaba sus ideas pareciera que en el fondo su deseo consistía en tatuar el aire con las frases: “no somos iguales” (a los priistas y panistas), “no somos corruptos”, “somos honestos”, “el cambio va”, “cuarta transformación”, “los necesito”, “con el pueblo todo sin el pueblo nada”, “no habrá corrupción”.
Conceptos que retumbaron una y otra vez en los “motores” políticos de Morena del Estado de México, es decir en personajes como:
Los senadores Delfina Gómez Álvarez e Higinio Martínez Miranda; el presidente estatal del partido y diputado federal Horacio Duarte Olivares; el coordinador de los diputados en el Congreso local Maurilio Hernández González; el presidente municipal electo en Toluca Juan Rodolfo Sánchez Gómez y el representante ante el IEEM Ricardo Moreno Bastida; así como el inamovible líder del PT estatal Oscar González Yáñez.
Entre dichos mexiquenses del ala izquierda de la política local también se ubicó el coordinador de los diputados federales Mario Delgado.
“La cuarta transformación de la vida pública de México les aseguro que no va a ser más de lo mismo. Será un cambio ordenado, pacifico pero profundo”, subrayó Obrador tras pedir a la audiencia que en este momento se debe dejar de lado al partido (Morena) y buscar la unidad de la sociedad.
“No va haber divorcio, no es de que ya ganamos y nosotros a gobernar y ustedes a sus quehaceres, no. Va hacer un gobierno del pueblo para el pueblo y con el pueblo”, prometió.
La intervención del presidente electo se prolongó por 43 minutos, tiempo suficiente que le permitió ratificar que hay fuerzas retardatarias y medios de comunicación conservadores a los que identificó como “prensa fifi”, pues no difunden los cambios que ya sucedieron como la aprobación de la ley que impide a cualquier funcionario percibir un salario superior al del presidente (108 mil pesos mensuales), así como la cancelación de la pensión “millonaria” a los ex presidentes.
“Como se trata de un cambio verdadero, hay muchas resistencias de los intereses de grupos creados… lo quieran o no la mafia va pa fuera”, afirmación que obtuvo como respuesta un “si se pudo, si se pudo”.
Clavado en el templete, sin movimiento y mirada al frente (como si fuera vocalista de los Ramones), López Obrador insistió “nosotros somos honestos y actuamos con humildad. Entendemos que el poder es humildad y solo tiene sentido el poder y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás”.
Acto seguido, sin mencionar el nombre de su más cercano colaborador César Yáñez, quien contrajo matrimonio el 29 de septiembre en el estado de Puebla, lujoso evento plasmado en la revista Hola, López Obrador lamentó que la “prensa fifi” y los comentaristas políticos se ocupen de difundir una boda y no las noticias relacionadas con la cancelación de privilegios a la clase dorada de la política nacional, insistió.
Una vez descargada la avalancha de críticas a la clase política priista que ya se va, llegó el capítulo “esperanza” pues AMLO inició a desglosar los múltiples beneficios que activará luego de que se ponga la banda presidencial.
Recursos del próximo gobierno federal que serán empleados en programas como:
“Mil veces mejor tenerlos en la escuela a tenerlos en la calle”, opinó López Obrador a los presentes en la principal plaza pública de la ciudad de Toluca.
Precisó que los “apoyos” a 658 mil familias del programa Prospera continuarán, pero antes se verificará que esas personas existan realmente porque en otras entidades hay beneficiarios que no existen, expresó.
Cubetada de agua fría a Antorcha Campesina
En boca de López Obrador la danza de cifras y beneficios sin lugar a dudas abrió una ventana a aquellos sectores que no han sido favorecidos con la mano bendita del gobierno, pero también activó las alarmas en Chimalhuacán e Ixtapaluca.
Ya que la cabeza de la “cuarta transformación” advirtió que en su gobierno no habrá intermediarios y grupos como “Antorcha” no seguirán operando y/o adjudicándose la representación de las personas que requieren la solidaridad de la sociedad mexicana a través de programas sociales.
No habrá “intermediarios”, es decir el dinero se entregará a través de la “tarjeta de bienestar”, eso evitará que organizaciones como Antorcha sigan como mediadores, apuntó.
“Va a presentarse a un banco y va a sacar su apoyo, sea estudiante, adulto mayor, madre de familia, el apoyo se entregará de manera directa con su tarjeta”, precisó López Obrador.
Para los 856 mil 953 adultos mayores mexiquenses habrá un respaldo de mil 274 pesos mensuales, es decir el doble de lo que actualmente se otorga; también se entregará un total de 1,274 pesos mensuales a las 171 mil 708 discapacitados que hay en el Estado de México.
El presidente electo también prometió la construcción de tres nuevas universidades públicas, de acceso gratuito, subrayó, en los municipios de Texcoco, Villa de Allende y Villa del Carbón.