La situación de los felinos que habitan en la Sierra de Nanchititla no es de preocuparse, pero sí de considerarse de cuidado, afirmó el catedrático e investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Leopoldo Islas Flores, quien indicó que esta Área Natural Protegida es el hogar de cuatro de las seis especies de félinos que viven en México.
Sin duda, abundó, requieren protección los ejemplares de puma, ocelote, tigrillo y jaguarundi que tienen como hogar esta sierra, que comprende 68 mil hectáreas y está ubicada, casi en su totalidad, en los municipios mexiquenses de Luvianos y Tejupilco.
El universitario refirió que desde 2015, la universidad estatal realiza en la zona monitoreos de fauna silvestre por técnicas indirectas.
“Usamos la técnica de foto trampeo, con unas cámaras equipadas con un sensor de movimiento que se colocan en lugares estratégicos para determinar la presencia o ausencia de fauna”, dijo.
De esta manera, precisó, se determinan patrones de distribución y usos de hábitat.
«Podemos sacar densidades relativas o absolutas que nos permiten calcular el porcentaje de individuos que se encuentran en ciertas zonas, en épocas del año y actividades que desarrollan», expresó.
Por ejemplo, señaló, hay especies diurnas, nocturnas o crepusculares. Principalmente, se buscan mamíferos medianos y grandes, en este caso, felinos o carnívoros, cuya presencia habla del buen estado de la cadena trófica.
“El monitoreo es muy completo. Tenemos cámaras trampa ubicadas en diferentes sitios y grabando las 24 horas del día, así que calculamos alrededor de 40 mil días de foto trampeo que nos han permitido, primeramente, ubicar a los felinos, y luego, analizar sus patrones de distribución, usos de hábitat y patrones de actividad, identificar cuáles son sus presas y época de apareamiento”, dijo.
Eso, consideró Islas Flores, permitió zonificar la Sierra y establecer políticas de conservación a corto plazo.
«Dividimos el área en zonas de protección, conservación, restauración y aprovechamiento, que tienen que ver con el turismo, principalmente».
Detalló que los resultados del trabajo que realizan les permite determinar que en la actualidad, la Sierra de Nanchititla es el hogar de seis a ocho pumas y que su actividad es, principalmente, crepuscular, es decir, se mueven entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana.
Alrededor de los felinos, abundó, hay muchos mitos, por ejemplo, que se alimentan del ganado de las comunidades; sin embargo, no existen registros de ataques y los análisis de excretas, en los que se buscan huesos y pelos, corroboran los resultados de estudios de hace décadas en cuanto a que se alimentan de fauna silvestre de la zona, principalmente de mamíferos pequeños como armadillos y coatíes.
Aseguró que los pumas tienen un excelente estado de salud. De hecho, cada año se han identificado parejas reproductivas y posteriormente crías, de las cuales se registra su evolución.
El trabajo que la UAEMéx realiza en la zona, con el apoyo de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf), apuesta hacia el bioturismo, es decir, a darle a esta Área Natural Protegida un uso enfocado a los temas de biodiversidad como senderismo, avistamiento de felinos, avistamiento de aves, fotografía de naturaleza, lo cual también beneficiará de diversas maneras a los habitantes de la región.