Lo he comentado varias veces. En México no existe el Día de las y los Periodistas.
Un día el expresidente Enrique Peña Nieto tuvo la ocurrencia de felicitar al gremio un 4 de enero; sin sustento histórico, jurídico ni político. Fue una ocurrencia.
Lo más chafa de todo es que decenas de periodistas se la creyeron y de verdad se felicitan cada 4 de enero, pese a que no existe ninguna evidencia que documente que esta fecha se ha convertido en una efeméride válida y sobre todo surgida del consenso.
En otros momentos los empresarios de los medios han conmemorado el 7 de junio como día de la libertad de prensa, pero eso tampoco es cierto. Durante décadas esta fecha sólo sirvió para recordar las perversas relaciones entre el poder y los dueños de los medios; sin importarles la libertad de quienes hacemos periodismo.
Hace un par de años un grupo de periodistas presentó al Senado de la República una propuesta concreta para declarar el 30 de mayo como el Día Nacional de las y los Periodistas en México.
¿Por qué el 30 de mayo?
Es la fecha en que Manuel Buendía Tellezgirón fue asesinado cuando salía de su oficina en la Avenida de los Insurgentes en la Ciudad de México, en 1984.
Miguel Ángel Granados Chapa calificó este crimen, como el primer asesinato ordenado por el crimen organizado en contra de un colega, y vaya colega.
Por casi cuatro décadas, periodistas de diferentes generaciones se han apostado en la Plaza Zarco, en la esquina de Paseo de la Reforma y Avenida Hidalgo, en el centro de la capital mexicana, para recordar a Buendía y sus aportes al periodismo.
Sólo la pandemia impidió la concentración en 2020, pero pudimos realizar un foro virtual en su lugar.
Cada año estas reuniones ha servido para reclamar la inacción del Estado mexicano ante la incontenible violencia contra periodistas, que apenas hace unos días cobró una nueva víctima, y para reprochar a las empresas de medios su hipocresía porque han sido cómplices de estos agravios al no dar garantías mínimas a sus periodistas.
Este 30 de mayo no fue la excepción. Una asistencia moderada pero con el mismo reclamo de justicia para Buendía y cada uno y cada una de las periodistas que han sido víctimas de asesinato, de desaparición forzada, de desplazamiento obligado por la violencia y amenazas y en contra de las condiciones laborales en que trabajamos.
El asesinato de Manuel Buendía es un hecho que nos recuerda que para el poder somos una carga y no un elemento importante en la construcción de democracia.
Por eso pedimos a las y los colegas que se sumen a este llamado y pongamos presión para que el 30 de mayo sea declarado como el Día Nacional de las y los Periodistas en México; una fecha que decidamos quienes hacemos periodismo y no que sea por la ocurrencia de ningún personaje del poder que tantos agravios nos han dejado.